A simple vista parece ser una calle como cualquier otra, sin embargo la de Landero y Coss guarda una parte importante de la historia y curiosidades de nuestra querida Xalapa.
Se encuentra situada en uno de los antiguos barrios que dieron origen a la ciudad, el barrio de Techacapan. Fue conocida con el nombre de “Calle del Lucero” y “Piedra Parada”.
Quizá su antecedente más antiguo es el que nos cuenta la historia de sus extintos lavaderos. Estos artefactos que fueron apareciendo en Xalapa debido a la necesidad de aprovechar y encausar el agua de sus manantiales, los de Landero y Coss se ubicaban en lo que hoy son las oficinas del INPI.
Poco a poco los lavaderos se fueron deteriorando hasta convertirse en basurero. En 1922, durante la gestión del alcalde Antonio Nava se decide derrumbarlos para construir un mercado, sin embargo la obra quedó olvidada, tiempo después aparecieron sus casas y mas tarde algunos edificios.
La calle lleva el nombre en honor al Gobernador de Veracruz (1822/1825) Francisco Landero y Coss el cual vivió en Xalapa.
Como dato curioso la calle antiguamente iniciaba en la esquina con Díaz Covarrubias quien fuera hijo de otro Xalapeño ilustre, el poeta Jesús Díaz, nombre de la calle donde Landero y Coss terminaba. Cabe mencionar que por muchos años la calle de Xalapeños Ilustres estaba dividida en varios nombres, cada cuadra se llamaba diferente, de ahí su antigua esquina de Díaz Covarrubias.
La de Landero y Coss, en su primera cuadra tiene como esquina la calle de Jesús Gonzáles Ortega, quien fuera un patriota Zacatecano que lucho contra los conservadores en la época de la Reforma. A esta antigua callejuela de la época virreinal se le conoció con el nombre del Callejón de El Cristal, ignoramos el porqué de este nombre y termina en la calle de Alfaro, esquina con la Plazuela Maples Arce.
La de Landero y Coss guarda también uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la ciudad, ya que fueron sus vecinos, junto con los de 20 de noviembre, quienes inician un patronato en defensa del Antiguo Panteón Municipal logrando que el Cementerio quedara protegido con el decreto Presidencial de Patrimonio de la Nación, firmado un 11 de diciembre de 1986, por Miguel de la Madrid Hurtado. Siendo también el primer inmueble protegido en la historia de la ciudad.
Cómo dato importante este patronato inicia debido a los planes de ampliación de la calle efectuados en la administración del alcalde González Rebolledo los cuales llevaron a Landero Y Coss a terminar en 20 de noviembre, convirtiendo una parte del Antiguo Cementerio en la calle empedrada que a la fecha conocemos. Está ampliación de la calle trajo a Xalapa la construcción de un puente, el cual dio fin a la antigua esquina de “Landero con Poeta Jesús Díaz”.
Nuestro amigo, el arquitecto Xalapeño José Miguel Torres Cházaro diseñaría un puente de 3 puntos, para lo cual fue necesario demoler una fachada antigua y una vez que se construyó el puente, la fachada fue reproducida a unos cuantos pasos de su original ubicación. La obra fue ejecutada por otro ingeniero de apellido Torres y estando como director de obras públicas el Arq. Ávila Devézze.
Sobre la calle de Benigno Nogueria, unos hermanos de apellido Piñero fundarían en 1934 uno de los más importantes empresas cafetaleras de la región, hoy este antiguo inmueble es ocupado por la Universidad Veracruzana siendo junto con el hospital San Francisco de los pocos edificios que terminan en la calle vecina de Landero y Coss.
Casi en la esquina de Landero y Coss con Jalapeños Ilustres existe desde 1920 una de las panaderías preferidas por los Xalapeños, la Panadería Dauzón.
Aprovechamos para mandar un afectuoso saludo a las respetables señoras Marina Galván Cerdán, Rita Guadalupe Molina Ortiz, María Eugenia Hernández Escobar, Luz María Morales Márquez y Sra. Mary Ellen Mac Dermott, vecinas de Landero Y Coss y grandes seguidoras de la historia de nuestra querida Xalapa.
Ven y camina la calle, tómate fotos y corre la voz, saludos Xalapeños a todos, desde el café Kariva, a unos pasos de Landero y Coss.
Créditos foto: A quien correspona / El estridente