El viaducto de Xalapa. - El Estridente

Mucho tiempo antes de que Xalapa creciera y el viaducto apareciera el acceso al Parque Juárez por el lado de Úrsulo Galván estaba construido con unas escalinatas que conectaban también con el extinto Hotel Juárez el cual fue demolido en 1960 y se ubicaba en lo que es hoy el Ágora de la Ciudad.

En los años 30s las escalinatas se transforman ubicando al centro de ellas un pequeño espacio que funcionó como bodega, acuario, para después convertirse en una pequeña biblioteca pública. Se llamó Rafael Valenzuela Vera. Nombre de quien fuera un importante catedrático allá por los años de 1900.

Xalapa creció, las grandes avenidas aparecieron, el flujo vehicular rebasaba a la ciudad, la calle de Enríquez era de doble sentido y los accesos al centro de la ciudad eran cada día más complicados, nada de que sorprendernos actualmente, sin embargo era el Xalapa de los años 70s, el gobernador en turno era el Lic. Rafael Murillo Vidal y como Director de Comuniones del Estado el Ing. Gustavo Nachón Aguirre, la idea era comunicar y reordenar eficazmente las vialidades del centro de Xalapa. Es cuando el Arq. José Miguel Torres Chazaro presenta su propuesta, dando con ello inicio a lo que fuera una de las más importantes obras en la historia del Xalapa moderno, el viaducto de la ciudad.

La construcción inicio en el año de 1973 y los ingenieros Téllez los encargados de ejecutarla. La idea original del Arq. Torres Chazaro contemplaba un túnel abovedado, con pared de piedras, muy parecido a los túneles de Guanajuato.

Al final, el proyecto se modificó para quedarse como actualmente lo conocemos.
En 1974 la obra habría sido concluida en medio de una polémica que hablaba sobre algunos hallazgos, recordemos que antiguamente existió el Templo Franciscano y el túnel atraviesa por parte de sus antiguos cimientos.

En los últimos años y de manera atinada los muros del viaducto se convirtieron en un espacio de expresión urbana, dejamos de ver muros grises y aparecieron los murales y pinturas, hoy ocultas.

Con la llegada del viaducto, no solo las vialidades cambiaron y el centro de Xalapa había resuelto el problema de tráfico y accesibilidad, también llegó la idea de remozar los lagos del Dique y transformarlos en uno de los paseos más bonitos y representativos de la ciudad. De nueva cuenta el Ing. Gustavo Nachón y el gobernador Murillo Vidal encargan el proyecto al arquitecto Torres Chazaro y al arquitecto Enrique Murillo y el cual contemplaba la conectividad en lancha entre los dos primeros lagos.

Es así como el nacimiento de una gran obra como lo fue la del viaducto llevo a la creación de otro gran espacio Xalapeño como lo es el Paseo de los Lagos, nuestro amigo, el Arq. Torres Chazaro diría ” el hijo del viaducto fueron los lagos”. Y ya lo demás es historia que te contaremos en futuras publicaciones.