Vuelve a sonar el reloj de Catedral.

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Parecía ser un día cualquiera hasta que llegamos a los pies de nuestra Catedral Metropolitana, habituado a su impuntualidad, lo vi y no lo pude creer, llegue a dudar tanto que a las dos primeras personas que pasaron les tuve que pedir la hora, algo no andaba bien, el legendario reloj londinense dejó de engañarnos y por fin fue ajustado, trayendo de vuelta esos 14 minutos de tolerancia que por años nos acostumbró.

catedral

Y no es por justificarlo pero que iba a saber este pesado reloj de los horarios de invierno y de verano, de temblores y hasta de los bruscos cambios de temperatura, el tiempo se las cobro y le pasó por encima, y de pronto, el reloj envejeció, la historia hizo también de las suyas, dejando al Ing. José María Alfaro Guilles como el único Xalapeño a la fecha capaz de entender a la perfección el tan complejo mecanismo.

No fue suerte la atinada elección que los del Centenario fueran la casa relojera encargada de tan exacta maniobra, agregando una rayita más a la íntima historia entre el viejo londinense y está experta familia relojera de Zacatlán de las Manzanas.

reloj catedral

Hoy el reloj está casi como en sus mejores épocas, puntual a la hora las campanas de nuevo retumban, recordándonos que en Xalapa tenemos en punto uno de los relojes con más historia y bonitos del país.

Y es que no es de sorprenderse que un edificio casi tan antiguo como la misma ciudad nos cuente con sus detalles y curiosidades gran parte de su historia. Hoy, aprovechando de su estrenada puntualidad, nuestro amigo Juan Pablo Medina nos narra, en una de nuestras ediciones impresas, un poco de la historia del reloj de nuestra Catedral Metropolitana.

En 1778 un arquitecto Xalapeño del cuál una calle lleva su nombre, ayudo a la instalación del reloj, se llamó José María Alfaro Guiles. El reloj fue traído especialmente desde Londres, Inglaterra, durante muchos años fue considerado el más bonito reloj de toda la Nueva España. Algunos años después de su instalación, el reloj dejo de funcionar, siendo nuevamente el Arq. Alfaro el encargado de repararlo y echarlo andar.

reloj de catedral

En 1814 parte del engranaje se rompió, por lo que se necesitó una compostura mayor, la cual realizó un hombre llamado Ignacio Romero. Diez años más tarde, en 1824, la base del campanario se tuvo que componer ya que el peso de las campanas afectaba el funcionamiento del reloj. No es casualidad que en algunas fotos aparezca en la carátula la leyenda “centenario”, ya que en el año 2002 el reloj sufrió su última modificación importante, fue prácticamente reconstruido. Una empresa poblana llamada “Relojes Centenario” fue la encargada, de ahí el nombre.

Ahora que ya lo sabes no hay pretextos para llegar a tiempo.

Saludos Xalapeños a todos, desde la calle de Revolución, siendo las 9:08 y todo sereno.