Para entender mejor la historia y curiosidades de la calle, iniciaremos por contarte un poco la extraordinaria vida del Ing. José María Alfaro Guiles, ilustre personaje Xalapeño que le dio nombre a esta icónica calle.
Mientras que en París los hermanos Montgolfier realizaban pruebas y experimentos para echar andar un aparato que pudiera volar, casi al mismo tiempo José María Alfaro surcaba los cielos de Xalapa arriba de su globo impulsado con aire caliente.
Las pocas narraciones que existen nos cuentan que un 18 de Mayo de 1784 ante el alboroto de chicos y grandes un globo se elevaba por los tejados, la muchedumbre reunida a lo largo de la ciudad volteaba al cielo, emocionados aplaudían el paso del globo, estaban siendo testigos de una hazaña que sentaría las bases en la historia de la aeronáutica.
Seis años antes, en 1778 José María Alfaro fue pieza clave en los trabajos de construcción de la única torre de nuestra Catedral Metropolitana, fue testigo de la llegada del reloj londinense, mismo que ayudo con su instalación y meses después el encargado de realizarle su primer ajuste y reparación.
Alfaro era un adelantado a su tiempo, y como sucede con la mayoría de los grandes personajes de la historia a José María Alfaro se le recuerda como un hombre de vida sencilla y honrada.
La historia de este Ilustre Xalapeño le mereció tener una calle en su honor, en el mismo barrio donde vivió. Conocida como la “Cuesta de Alfaro”, hoy calle José María Alfaro. Esta vieja calle tan antigua como la ciudad guarda por supuesto un apartado importante en la historia y curiosidades de nuestra querida Xalapa.
La calle de Alfaro inicia en la esquina con Juárez, justo donde se ubica la Biblioteca de la Ciudad, un edificio antiguo de nuestro Centro Histórico que alojó la Oficina de Correos y la oficina de Hacienda del Estado.
A unos pasos de ahí, la Plazuela Maples Arce y el Virreinal Callejón de González Ortega.
En esa misma esquina, en lo que antiguamente fuera la clínica de un Dr. llamado Armando Domínguez Castro se encuentra el eterno Hotel California y la “Welsh”, la más antigua peluquería de Xalapa, atendida por nuestros amigos Don Roberto Rodríguez Olmos y su hijo José Luis Rodríguez Morales.
La historia del personaje que le dio nombre a la calle inicia en la casa donde José María Alfaro vivó, se encuentra marcada con el número 12, podríamos suponer y al mismo tiempo imaginar que fue ahí donde el Ing. Alfaro se elevaría en su globo a 800 mts de altura, surcando por 10 minutos el cielo de Xalapa, aterrizando en las mediaciones de Coatepec.
La historia de la casa del Ing. Alfaro no terminaría ahí, curiosamente, alrededor de 1890 la casa recibiría un nuevo dueño, un americano avecindado en Xalapa, su nombre William K. Bonne. Personaje que trajo a la ciudad modernidad y progreso, construyo los accesos al Cerro del Macuiltépetl, el acceso vehicular por un costado del Parque Juárez llamado antiguamente como “La Rampa” hoy Ignacio Zaragoza y fue pieza clave en la historia del Estadio Xalapeño Heriberto Jara Corona, entre otros. A William K. Boone se le conoció como “el más Xalapeño de todos los extranjeros”.
A mediados de los años 70’s la casa fue adquirida por la pintora Marie Louise Ferrari, lugar donde vivió y fundó la primera sede de “La Alianza Francesa”. Marie Louise se le conoció como Mariquita, de ahí el nombre de Mariquinta, casa que actualmente ofrece servicios de estancias y hospedajes.
Casi en la esquina de Salonio con Alfaro nos encontramos con una vieja cantina con más de 100 años de antigüedad, se llama “El Submarino”, inicio siendo una pequeña tienda de abarrotes, propiedad de unos hermanos vecinos de la zona, actualmente El Submarino es la cantina favorita de muchos estudiantes, cuenta con maquinitas y un pequeño futbolito recreando el ambiente que se vivía en las cantinas de la época, por cierto tiene los más ricos mojitos de la zona.
“La Cuesta de Alfaro” fue una calle que antiguamente conectaba a dos de los barrios que dieron origen a la ciudad, el del Xallitic con el de Techacapan.
Uno de esos antiguos accesos es el que ocupa “El Callejón del Infiernillo” una vieja callejuela que guarda una de las tantas leyendas de Xalapa. Se dice que una noche de neblina y chipi chipi un hombre llamado José caminaba por esa mojada y resbalosa empedrada cuando por un lado del callejón le saldría al encuentro una figura alta y elegantemente vestida, José al verlo pregunto “quien eres”, la figura respondió ” soy el diablo”, José salió despavorido escuchando solo la risa burlona y demoníaca de la figura. Se dice que en las noches de neblina aún es posible escuchar sus risas.
Llegando a la esquina de Poeta Jesús Díaz se ubicaba la antigua fábrica de licores “La Fama”, fundada en 1925 por el Sr. Enrique Benítez Herrera. Actualmente y fiel a la tradición familiar “La Fama” sigue produciendo y vendiendo los más ricos licores de Xalapa, se ubican a unos pasos de ahí, en la calle de Pípila. Nosotros te recomendamos el licor de morita
Estarán de acuerdo con nosotros, que la vida del Ing. José María Alfaro Guiles y su calle, es de las historias más Xalapeñas que hay. Curiosamente, desde hace muchos años, el reloj Londinense de nuestra Catedral nos recuerda con su impuntualidad, que si Alfaro viviera, con seguridad tendríamos el reloj más puntual del mundo. Honor a quien honor merece.
Saludos Xalapeños a todos, desde la Plazuela Maples Arce, en la “Cuesta de Sayago”
Mil gracias: