Se llamó Federico Roesch, participo en la 1a guerra mundial donde terminó siendo prisionero de los franceses, al ser liberado vivió en Barcelona lugar donde aprendió el oficio de la relojería. En 1926 se traslada a Cleveland dónde se hace optometrista. En 1932 se muda a Tampico donde trabaja en una relojería de nombre “La Perla”.
Años más tarde en 1934, otro Alemán de apellido Metzker pone a la venta un negocio ubicado en la calle de Enríquez, su nombre era “Relojería y Joyería Alemana”. Federico Roesch Buchinger lo compra cambiándole el nombre por “Relojería la Perla” posiblemente en recuerdo al sitio donde laboro en Tampico.
Es cuando, a partir de ese momento el reloj de la calle Enríquez se vuelve la imagen principal del negocio y años más tarde la imagen principal también de la calle . El reloj era de un mecanismo el cual estaba conectado a unos péndulos colocados dentro del local.
Cuidador de la puntualidad Federico Roesch consultaba la hora por la radio de onda corta a una estación de Greenwich Inglaterra, la cuál era la mundialmente oficial y así, dos veces al día durante muchos años nos daba la hora exacta.
En 1968 debido a una grave enfermedad decidió cerrar el negocio, el reloj dejo de funcionar. Hoy y desde hace muchos años marca las 12:08, se volvió parte importante de la escenografía del centro histórico y por supuesto de la historia de nuestra querida Xalapa.
Saludos Xalapeños a todos, desde el reloj de Enríquez, son las 12:08 y todo sereno.
Ilustación de mi amigo Carlos Garibay
Mil gracias:
