Parque La Alameda mejor conocido como “el parque del huarache”

Ubicado dentro de uno de los fraccionamientos más antiguos y bonitos de la ciudad, las animas. Este parque mejor conocido como el “parque del huarache” guarda una de las historias más populares del fraccionamiento y de la propia ciudad. El estar sentado frente a la persona que durante mi infancia me proporciono la más larga y cansada de mis corretisas resulto más fácil de lo que pensaba. Lo recuerdo bien, tenía un bigote bien formado estilo Hitler, vestía siempre pantalones de vestir holgados, camisa de manga larga y sus huaraches, algunos de suela de cuero y otros de suela de llanta. Siempre con su escoba de ramas o bien una larga garrocha para prender las farolas de la Avenida Araucarias o bien aventarla a quien con él se metía. Nunca lo conocí tan de cerca, nunca platique con él, sin embargo fue parte importante de la vida de quien como yo vivimos cerca de este parque. No es mito ni leyenda, encontrarlo era muy fácil, solo tenías que entrar al parque ya entrada la noche, (en bola para ser más valientes) sin ruido, caminando lento para guardar fuerzas de lo que sabias te esperaba, intentando observar de donde te podía salir o donde podría estar, ubicando siempre las alternativas de salida. Y ya estando ahí gritabas: “huarache *_&%#% sal” en la mejor de las ocasiones salía de inmediato y en las peores aguardaba el momento indicado para encontrarte de frente y a correr…. Nunca te daba el tiempo para voltear porque nunca sabias que tan cerca venia de ti, solo te concentrabas en mover las piernas y los brazos los más rápido que pudieras. A nadie alcanzo que yo sepa… Hoy, Artemio me sonríe, aún tiene un poco de ese bigote, su ropa pareciera la misma y calza unos tenis grises, vive dentro del parque y a quien lo busca lo atiende en una banca. Originario del municipio de Tatatila llego a Xalapa y su primer trabajo fue el de vigilar las bodegas del iniciado fraccionamiento “las ánimas”, nunca imagino que jamás saldría de ahí. En una ocasión el señor Fernández me dijo “muchacho ve al parque y ahí espérame”, no me moví en 20 días, solo salí a buscar algo de comer y con la misma regresaba. Cuando por fin lo vi me dijo “te harás cargo de este parque, este será tu trabajo”. Por las noches lo vigilaba y por el día lo limpiaba, regaba y sembraba, tenía yo mi casa de cartón por el lado de Jacarandas y hoy ya de cemento que me mando hacer el alcalde Américo, por el lado de Chopin. Ya no recibo sueldo, vivo de quien me quiera apoyar, tengo grandes amistades que me traen de comer y están al pendiente de mí. Aún hago mi rutina aunque me canso más rápido pero aun así tengo el parque verde, limpio y lleno de ardillas, flores, plantas y sapos. Sirva pues esta revista para hacerte un gran reconocimiento por tu trabajo y dedicación, de cuidado y amor a tu parque, vecino número uno de las ánimas y personaje muy querido, trabajador de 24 hrs y amigo de quien hoy se lo encuentra Hoy en día este parque cuenta con una pequeña zona de juegos y área fitness, se permite el acceso a tu mascota y se encuentra abierto los 365 días del año.