Creemos que la mejor manera de recorrer la calle de Xalapeños Ilustres es sin prisa, a través del tiempo y mucho con las herramientas de la imaginación.
Nuestra ciudad entera es como una especie de museo vivo, no hay calle, casa o esquina que pasen desapercibidas, desde siempre Xalapa se acostumbró a la fiel idea de honrar la memoria de muchos de nuestros ilustres ciudadanos, nuestro nombre de Xalapa de Enríquez es el mejor de los ejemplos.
De ahí que antiguamente las cuadras que conforman la hoy calle de Xalapeños Ilustres estaba dividida por diferentes nombres, todos personajes trascendentales en la historia de la ciudad y de nuestro país.
El antecedente más antiguo es el que nos dice que la calle formaba parte del antiguo “Camino Real”, puerta de entrada a Xalapa, iniciaba en 20 de Noviembre y se prolongaba a todo lo que hoy es la calle de Enríquez. También en otra época fue conocida con el nombre de “Calle Principal”.
Por pura casualidad y aprovechando que hoy nos toca ir de aquí para allá comenzaremos como dicta la historia, desde la esquina con 20 de Noviembre.
Apenas agarrando aire y ya llegamos a nuestra primera parada, la calle de Moctezuma, a esa zona se lo conocía con el nombre de la laguna gracias a un nacimiento natural de agua que por la cuadra brotaba, de ahí que antiguamente a la Iglesia de San José era conocida con el nombre de San José de la Laguna. También en Moctezuma se encuentra La Plazuela de los Platos, la panadería “Los Panaderos” y La Nevería Xalapa, ambos de los más antiguos de la ciudad, por supuesto también en Moctezuma fue la calle donde vivió el personaje más recordado y querido en la historia de la ciudad, Juan Herrera Vázquez “Juanote”.
De regreso a la calle y con bolsa de pan en mano llegamos a la Galería de Arte Contemporáneo, inmueble colonial que en las épocas del siglo XIX ofrecía sus servicios de hospedaje, se le conoció con el nombre de “Mesón de San Bernardo”, después se transformó en una vecindad, años pasaron y justo en lo que hoy es la parte que corresponde al auditorio de la Galería se ubicó la afamada panadería 5 de Mayo, dicen los que saben que el éxito de la panadería fue tal que incluso muchos conocían a esa cuadra con el nombre de 5 de Mayo.
Lo cierto es que la cuadra antiguamente rindió homenaje al escritor y novelista Xalapeño Sergio Galindo, nació el 2 de septiembre de 1926 y murió en Veracruz el 3 de enero de 1993. Realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Fue becario en el Centro Mexicano de Escritores. Asimismo, fundó y dirigió la editorial de la Universidad Veracruzana y la revista La palabra y el hombre, trabajó en la Dirección General de Divulgación de la Secretaría de Educación Pública. Fue el jefe del Departamento de Coordinación del Instituto Nacional de Bellas Artes, en donde también ejerció lo cargos de subdirector general y luego director general.
Actualmente la Galería de Arte Contemporáneo es uno de los espacios culturales más bonitos e importantes de la ciudad, en su patio central conserva una antigua fuente de la época recordando un poco el estilo de las casonas antiguas Xalapeñas.
Cómo no llevamos prisa y la ocasión lo amerita, es momento de nuestra segunda parada, antiguamente a esta cuadra disfrazada de plazoleta se le conoció con el nombre de Vista Hermosa y por mucho tiempo también con el nombre de Narciso Mendoza, mejor conocido como el” Niño Artillero”, personaje nacido en Cuautla Morelos en 1800 y doce años después ya pertenecía a la “Compañía de Emulantes”, un regimiento de niños de entre 8 y 16 años de edad, creado por José María Morelos con el fin de formar jóvenes insurgentes para la guerra de Independencia. La compañía fue organizada y dirigida por su hijo, Juan Nepomuceno Almonte.
Más vieja que la plazoleta y casi tan antigua como la misma calle, escondida y discreta nos encontramos la que posiblemente sea una de las fuentes más antiguas de la ciudad, a nosotros nos gusta más visitarla en primavera.
Curiosamente hay quién ubica a la plazoleta con el nombre de Narciso Mendoza y otros con el nombre del niño artillero. También desde aquí, hace muchos años partía el tren de mulitas, cruzaba la hoy calle de Enríquez y finalizaba en la antigua estación del tren, hoy mercado los Sauces.
En otras épocas, esta misma cuadra llevó el nombre del Xalapeño Dionisio Murillo, ingeniero militar, nació en Xalapa en 1880, fue Secretario de Guerra, en Xalapa fue catedrático en el Colegio Preparatorio y tiempo después fungió en alguna época como director.
Como anillo al dedo allá por los años de 1995 a la cuadra le llegaría una obra de arte, fue una donación de la Sra. Alicia Ávila de Fernández y adorna uno de nuestros sitios favoritos de toda la calle. Por cierto en la empedrada calle de Barragán encontramos la otra.
Aprovechando que ya estamos de este lado de la calle llegamos al eterno “Callejón de Cuauhtémoc” por siempre mejor conocido como el “Callejón de Jesús te Ampere”. De su leyenda después hablamos porque seguro la conoces.
La Iglesia de San José es uno de los antiguos testigos de absolutamente todo lo que hoy la rodea así que para conocer más de ella y de su histórica manzana te dejamos estos enlaces:
Calculamos que vamos a la mitad de nuestro recorrido, ya llegamos y vamos cruzando por Rojano, parada técnica en Kariva pues es la hora de tomar café.
Retacados ya de cafeína llegamos al Asilo Sayago, inmueble que guarda una de las historias altruistas y que aún vigente, le da más encanto a la cuadra y otra historia más a la ciudad.
La historia del Asilo Mariana Sayago va de la mano de una de las familias más acaudaladas y conocidas de la época, de origen Español y provenientes de Naolinco, la familia Sayago en 1867 funda, mediante una generosa aportación familiar el asilo Mariana Sayago, quien en vida fuera una mujer distinguida, recordada siempre por su enorme compromiso con el más necesitado, no solo habilitó, fundó y administró el asilo, ya que también, mediante una orden testamentaria se aseguró que ese inmueble se utilizara siempre para esa noble causa.
De la familia Sayago hay muchas cosas que contar, pero el camino es largo y tenemos que andar, por cierto, en el amplio y selecto repertorio de personajes, historias y mausoleos del antiguo Cementerio de Xalapa 5 de Febrero no podía faltar el que corresponde a esta histórica familia.
De bajadita y sin cruzar la calle, a unos cuantos pasos del asilo nos encontramos la que a nuestro parecer es la galería más Xalapeña de la ciudad, lleva el nombre de Ramón Alva de la Canal quién fuera a uno de los principales artífices del movimiento estridentista que sacudido a Xalapa allá por los años de 1925.
Más de la historia de la Galería Ramón Alva de la Canal:
Esta importante cuadra que inicia en Rojano y termina en Landero y Coss estuvo dedicada a la memoria del Xalapeño Julio Zarate, quién fuera un destacado historiador, periodista, geógrafo, abogado, maestro y político del siglo XIX. Nació el 12 de abril de 1844. Fue Diputado, Senador, Magistrado de la Suprema Corte, Ministro de Relaciones Exteriores. Fue secretario general del gobierno del Estado de Veracruz durante el primer año de la gubernatura de Juan de la Luz Enríquez.
Aprovechando el espacio coquetón que desde hace algunos años la familia Dauzón habilitó y con olor a pan incluido, llegamos a una de nuestras últimas paradas, toca el turno de la cuadra que corresponde a la histórica calle de Landeros y Coss e Insurgentes.
Antiguamente y con los méritos más que necesarios la cuadra portaba el nombre de Juan Díaz Covarrubias, hijo de un poeta del cual otra calle Xalapeña lleva su nombre, te suena la calle de Poeta Jesús Díaz?
Juan Díaz Covarrubias nació en Xalapa el 27 de diciembre de 1837. Fue un destacado escritor, poeta y novelista, de ideología liberal y partidario de Benito Juárez. Juan Díaz Covarrubias fue una de las 53 víctimas que la tradición y la historia conocen como “Mártires de Tacubaya” durante la Guerra de Reforma en México.
Nunca hay que dejar pasar la ocasión para hablar del enorme legado que los Díaz Covarrubias le dieron a Xalapa, en este caso se trata del Ing.Francisco Díaz Covarrubias, hermano de Juan, una vieja placa ubicada en la esquina de Juan Soto y Xalapeños Ilustres nos cuenta una historia fascinante, que puso los ojos del mundo en Xalapa.
No te quedes con la duda y dale clic en el siguiente enlace:
Para entender la importancia que tiene esta esquina en la historia de la ciudad será necesario hacer un salto en la historia remontándonos hasta los tiempos donde todo inició, época aquella de barrios y manantiales, antes de que Xalapa fuera Xalapa a esta zona se le conoció con el nombre del barrio de Techacapan, por increíble que parezca, el viejo manantial que acompañó a este barrio aún existe, se encuentra escondido y encerrado en el patio trasero de las oficinas del INPI, siendo uno de los más viejos testigos de la historia de toda la ciudad.
La inmejorable ubicación con la que siempre ha contado está histórica esquina la puso en la mira de diferentes comerciantes y los negocios le fueron apareciendo, incluso hay quien recuerda una vieja arena de box, una extinta peluquería y por supuesto una bien surtida tienda propiedad de la familia Dauzón, años después, en 1920 llegaría la primera de muchas panaderías de esta respetada y querida familia Xalapeña.
Sin cruzar la calle y exactos 46 pasos después de la Dauzón llegamos a nuestra siguiente parada obligada.
Llegó el turno a una de nuestras historias favoritas de la ciudad, no importa cuántas veces sea contada y cuántas más nos faltará por hacer, no es para menos, se trata de la primera institución educativa en la historia de Xalapa, la escuela lleva el nombre de Manuel de Boza, comerciante español avecindado en Xalapa.
Todo indica que Don Manuel llega a la ciudad gracias al importante flujo comercial que existió entre Europa y la Nueva España, en las épocas aquellas de Xalapa de las ferias. Era mercante como la mayoría de los españoles que llegaron a la Villa de Jalapa, Don Manuel de Boza fue el apoderado y representante de una importante casa comercial de su natal España, próspero hombre de negocios que pasaría a la historia por haber donado todos sus bienes y un poco más para la creación de dos escuelas para niños de escasos recursos, una en Sevilla, tierra que lo vio nacer y la otra en Xalapa, tierra que lo vio crecer. La escuela Manuel de Boza, la nuestra, la Xalapeña, abrió sus puertas un 14 de Mayo de 1794 sin saber siquiera que muchos años después Xalapa llevaría con orgullo el apellido de la Atenas Veracruzana, quizá por ahí comenzó todo.
La categoría de este antiguo testigo de la ciudad merecería tener una mejor suerte, los méritos por mucho los tiene ya que también ha logrado cargar con el peso de la historia siendo una de las más prestigiosas instituciones educativas de la ciudad.
No es obra de la casualidad que a la escuela Manuel de Boza se le fue apareciendo casi todo lo que hoy es nuestra ciudad, pero curioso es que a tan solo una cuadra de aquí y trazando una línea imaginaria no tan exacta llegaríamos a la estatua dedicada a el educador y maestro Enrique Conrado Rébsamen ubicada en el patio central de la primaria que en honor lleva su nombre, inmueble que vio nacer a la hoy Benemérita Normal Veracruzana.
Regresando a nuestro recorrido y las pistas de diferentes épocas siguen apareciendo, unas más viejas que otras y algunas como la librería La Rueca de Gandhi, que ya suenan a tradición nos avisa que nos encontramos en una de las casas más antiguas y bonitas de la calle y también de la ciudad, parte de su historia, incluyendo su antiguo altar lo encuentras en el siguiente enlace:
Llegamos ya a nuestra última cuadra, es hora de cruzar la calle de las Damas, hoy Insurgentes para encontrarnos con el histórico inmueble que desde hace muchos años ocupa el Centro Recreativo de Xalapa, es aquí, desde la fuente de Ximena dónde muchas historias se han ido acumulando, fue hotel y también sirvió de cárcel, entre sus muros guarda la gesta heroica protagonizada por los tenientes Ambrosio Alcalde y Antonio García.
Pared con pared y rapidito llegamos a la Real Plaza, edificio que vivió sus épocas de oro cuando un señor de apellido Cerdán acondiciona unos bien dotados baños de vapor, regaderas y hasta una alberca ubicada en lo que hoy es un estacionamiento de la calle vecina de Jesús García.
Los Baños Progreso cierran sus puertas en los años 70s y aún les tocó estar ubicados cuando la calle llevaba el nombre de Lerdo. Por la Real Plaza han circulado una buena cantidad de negocios, incluyendo una extinta cafetería ubicada en su patio central donde era común ver gente alrededor de un tablero de ajedrez.
Desde hace algunas décadas el edificio completo, incluyendo el estacionamiento ha sido propiedad de una conocida familia Coatepecana. En la actualidad, en sus bajos encontramos a la boutique Giussepes y una muy bonita y bien dotada platería, llamada Ámbar.
De los ecos que le quedaron a la calle y que en alguna no muy lejana época fueran uno de los edificios modernos de la cuadra es el que encontramos en el número 21, fue obra de los arquitectos Jaime Zea y Julio Sanchez y el Ing. Gonzalo Rivero, es desde su creación conocido por supuesto como “el edificio Lerdo”.
Estamos llegando al final de la cuadra y también al final de nuestro largo, enredado e histórico recorrido, momento indicado para contarte un poco de la vida del personaje que por años dio nombre a esta pequeña cuadra. Sebastián Lerdo de Tejada, de origen Xalapeño y nacido en esta calle un 24 de Abril de 1823, pasó su infancia en Xalapa, a los trece años, llegó a vivir a la ciudad de Puebla, donde estudió en el Seminario, cursó latín, filosofía y teología. Obtuvo una beca y recibió las órdenes menores. Sin embargo, decidió abandonar la carrera sacerdotal, se trasladó a la ciudad de México a estudiar jurisprudencia en el Colegio de San Ildefonso, en donde se tituló como abogado en 1851. Más tarde fue profesor y rector de esa escuela por acuerdo del presidente Mariano Arista, cargo que desempeñó entre 1852 y 1863.
Lerdo fue quien ideó la estrategia legal para que el gobierno de Juárez pudiera prolongarse hasta que se pudieran realizar nuevas elecciones. Con la cual se echaron abajo las pretensiones del general Jesús González Ortega de asumir la presidencia de la República en 1865, dado que el periodo para el que Juárez había sido electo ya había concluido. Al sobrevenir la caída del imperio y la captura de Maximiliano, se atribuye a Lerdo buena parte de la responsabilidad del fusilamiento del emperador. Entonces expresó: “El perdón de Maximiliano pudiera ser muy funesto al país… Es preciso que la existencia de México, como nación independiente, no la dejemos al libre arbitrio de los gobiernos de Europa… Cerca de cincuenta años hace que México viene ensayando un sistema de perdón, de lenidad, y los frutos de esa conducta han sido la anarquía entre nosotros y el desprestigio en el exterior.”
En julio de 1872 Juárez falleció, por lo que correspondió a Lerdo ocupar la presidencia de manera interina y convocar a nuevas elecciones, en las que participó ganando fácilmente por una aplastante mayoría.
Lerdo se estableció en Nueva York, desde donde escribió antes de fallecer de una afección pulmonar el 21 de abril de 1889: “Yo profetizo para México la más grande y poderosa de las revoluciones. No revolución de partidos, estéril y gastada, sino revolución social. Nadie podrá evitarla”. Por gestiones del Congreso Mexicano y del presidente Porfirio Díaz sus restos fueron traídos a México y hoy reposan en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón de Dolores de la ciudad de México.
Con el pretexto que nos da la ocasión y fiel a una personal costumbre haremos nuestra última escala, cerrando con broche de oro desde uno de los balcones del Café 4 Regiones, nuestra ubicación privilegiada nos cae como anillo al dedo ya que por un lado nuestra vista nos permite meternos a lo más íntimo de una vieja casona Xalapeña y por el otro se asoman los balcones de una antigua casona histórica hoy convertida en banco.
Es turno de nuestro último café del día, en esta ocasión será lechero y lo pediremos con café de la región de Veracruz, aprovecharemos el aire nostálgico del Xalapa aquel del blanco y negro que nos regala el patio del 4 Regiones, ya que desde aquí resulta un poco más fácil de imaginar escenografías antiguas cada día más difíciles de encontrar.
De a poquito nos vamos olvidando de lo que antes estuvo ahí, nadie lo imaginaria, pero afortunadamente aún existen testigos que nos cuentan que a pocos pasos a la redonda de aquí existió en 1894 el Gran Hotel, el cual contaba con personal bilingüe entre sus muy variadas amenidades.
El tiempo pasó, el Gran Hotel desapareció y junto con la modernidad de los años 60s llegaría la primera y más antigua tienda departamental de Xalapa, Radio Mundial. Ubicados donde siempre y con la misma calidez de siempre, y que conste que no es comercial, pero puede ser una opción antes que el apretado SEARS.
Para verla bien necesitamos cruzar la calle y ubicarnos a unos pasos de la entrada principal al BANAMEX, en una placa, que cada día se va viendo más chica se lee:
El destino de esta casona que vio nacer en 1794 a Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, fue cambiando a lo largo de su historia, es posible que de las postales antiguas de Xalapa la de esta casona sea de las más retratadas ya que por ahí circularon una buena cantidad de giros comerciales a lo largo de los tiempos, entre ellos un almacén de productos de importación, cantina, sitios de taxi y hasta una extinta distribuidora de aceites e hidrocarburos.
Lástima que los tiempos a esta casona le jugara una mala pasada y pues cómo de lo perdido lo que aparezca, no nos queda más que conformarnos de nuevo con la idea de que alguna vez otra cosa estuvo ahí.
Con menos 120 pesos en la cartera y aún con bolsa de pan en mano damos por terminado nuestro recorrido y sí eres de los que llegaste hasta aquí? Gracias, el gusto siempre será nuestro, no te olvides de caminarla pronto, tomarte fotos y correr la voz.
Saludos Xalapeños a todos.
Crédito fotos: a quien corresponda.
