Muchas son las historias que existen alrededor de la llegada de los ferrocarriles a Xalapa, hoy te contamos una muy especial y hasta cierto punto misteriosa, se trata de unos extintos baños ubicados en la antigua callejuela de la Sexta de Juárez y cómo un antiguo rostro tallado ha capturado la atención de quienes lo han visto.

Es en la casa marcada con el número dos de la calle Progreso y la Sexta de Juárez el lugar que hasta 1985 fuera uno de los extintos baños de Xalapa. Los Baños Torres.

Estos baños fueron propiedad de los hermanos Don Guillermo y Donato Torres, eran alimentados por un antiguo chorro de agua conocido como el Chorro de San Pedro, el cual se encontraba a unos cuantos pasos de ahí, los Baños Torres vivió su época de bonanza gracias a la cercanía con la también extinta estación de ferrocarriles, lugar donde hoy se ubica el mercado Los Sauces y gran parte de su periferia.

Su horario era prácticamente las 24 HRS, daba servicio de vapor, ruso y temazcal, dispuestos con 16 espacios divididos para hombres y mujeres, fue un negocio familiar, por muchos años fue atendido y administrado por la Maestra Aurorita Huerta viuda de Torres y sus hijas, la Dra. Ilda Torres Huerta y la Mtra. Edith Torres Huerta, quién recuerda que la tarifa era de 60 centavos y otros 20 centavos más en el caso de requerir una toalla o una sábana.
Los baños eran muy concurridos no solo por las familias de Xalapa sino también por muchos viajeros que llegaban, salían o cruzaban Xalapa por medio del ferrocarril.

Las calderas estaban diseñadas para ser operadas con petróleo y cada día era más difícil mantenerlas, llegaron los temas de contaminación y la estación del ferrocarril era ya parte del pasado, en 1985 los baños Torres cierran sus puertas.

Sin embargo la historia de los baños no es lo único que esta casona tiene por contarnos ya que en una de sus esquinas, en este caso la que colinda con la calle de Maravillas un viejo rostro tallado acompaña a una también antigua placa la cual nos indica que el nombre original de la calle es “Del Progreso” y no Progreso como actualmente es conocida.

Curiosamente el misterioso rostro tiene ligada conexión con la placa y el antiguo nombre Del Progreso.

Entendiendo que antiguamente esos eran los límites de Xalapa, con el ferrocarril llegaron las oportunidades y pronto La Loma de San Pedro, hoy colonia Belisario Domínguez se fue poblando, uno de los primeros en aprovechar la llegada del ferrocarril fue Don Guillermo Torres quién en vida se destacó por ser un luchador social, trabajó como obrero textil de la fábrica de Hilados del Dique, fue iniciador de la CROM y líder de diferentes movimientos obreros de la época, Don Guillermo Torres se cuenta es quien, fiel a sus ideales pone el nombre “Del Progreso” a la calle mediante la placa que a la fecha observamos.

El rostro es un misterio, la Mtra. Edith Torres, hija de Don Guillermo nos cuenta que de lo único que se sabe es que fue su padre quién mando a tallar la figura, incluso nos comenta que existe la posibilidad que el rostro tallado corresponda a la cara de don Guillermo, difícil de saber ya que el rostro fue descubierto por las hijas muchos años después de la muerte del sr. Torres. Otra de las versiones que nos comentan es que el rostro era una especie de señalización que avisaba los límites de la ciudad de aquella época.

Actualmente la Col. Belisario Domínguez se caracteriza por ser un barrio de mucho arraigo, de buenos y amables vecinos, muchos de ellos familiares de los primeros pobladores de la antigua Loma de San Pedro.

En publicaciones anteriores ya te contamos de los casi 100 años de tradición de una antigua panadería ubicada en la misma calle Del Progreso, sin embargo el camino aún tiene mucho que contarnos, las historias, mitos y leyendas por supuesto continúan, más cosas tenemos por platicarte ya que apenas vamos llegando a la Sexta de Juárez, así que está historia continuará…

Saludos Xalapeños a todos, desde la sexta cuadra de la calle Juárez.